lunes, 17 de mayo de 2010

Kvina aprendiendo a volar


Kvina era una muchacha de siete años con ojos muy verdes y alegres. Su pasatiempo favorito era andar. Andando y andando pasaba por ríos de coca-cola, y bosques suaves como alfombras de peluche en colores blancos del liquen que crecía en las rocas, y verdes del Sphagnum y musgo empapadito. Le gustaba como sonaba chipluc chipluc cuando caminaba sobre los charcos del agua

Que se forma cuando la nieve se derrite. Su caminata favorita estaba llena de estos charcos y ríos de coca-cola y daban a donde estaba el monstruo del lago. Pero ella no buscaba al monstruo del lago sino a los patos o cualquier pájaro que pudiera encontrar en su

Camino. Pues andando andando soñaba con volar y se preguntaba si a los pájaros les tocaba extrañar tanto como a ella. Pues vivía bien con agua deshelada, el sol de media noche y los bosques encantados pero nada le daba ese calorcito en su corazón como estar en casa. Así se pasó Kvina pensando, andando y andando hasta que se cayó en una grieta profunda, que no había visto pues estaba cubierta de musgo… al recuperarse de la caída vio el punto de luz hasta allá arriba. Su cuerpo dolía y no sabía si se podría levantar. En eso los escarabajos empezaron a hacerle cosquillas en la espalda y a querer entrarse a los huecos de su nariz. Esto era no permitido para Kvina que se levanto de súbito y empezó a subir y subir. Se agarraba de raíces, se agarraba de lombrices y nada importa cuando hay que salvar a las narices. Estando arriba, toda enlodada se puso a respirar y algúnos dirían que se pusoa llorar. Pero Kvina no lloraba pues cuando empezaba añoraba aún más a su casa adorada. Caminó pero un fuerte dolor de cabeza la paró. Le dolía y le dolía como que tuviera un volcán a punto de explotar en su cabeza. Se sentó, se lavó, y nada la curó. Entonces camino de cabeza y se comió una cereza. Esto ultimó desencadenó que su cabellera se tornara color fresa, que creciera y creciera un cráter por el centro de su cabeza… y que el pájaro Finimore, después de hacerle un hueco en la cabeza saliera a preguntar ¿Que pasa es que no quieres volar conmigo dentro hasta la china?

Oh decepción para Kvina, darse cuenta que siempre quiso alas como los pájaros por fuera y a ella le dieron un Fillimore con alas que revolotea y vuela dentro de su cabeza.


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